domingo, 5 de abril de 2009

I: Introducción

Me gustaría abrirme paso a través de la espesura de eso que podría llamarse “mundo”. Definir, dar una aproximación –es preciso decir que a partir de lo que yo escriba, construirá cada uno su interpretación acerca de cómo yo interpreto ese “mundo”- o tal vez esbozar simplemente una idea muy general de este concepto, sería un trabajo en cierto sentido arduo, sobre todo en lo que respecta al pulido de las contradicciones que pueda suscitar esta acción y que prefiero que cada uno vaya vislumbrando, desentrañando, y hasta resolviendo a partir de estas entregas. Es decir, las contradicciones son constituyentes de mi concepción, al mismo tiempo que “fallas”, “faltas” o “errores” –no consigo una expresión que se ajuste- de ésta, por ello es interesante que cada uno de ustedes las evalúe y abogue por alguno de los factores contradictorios, o también puede ser que juzguen a la contradicción como constituyente, no de mi concepción, no de mi discurso, sino del “mundo” mismo.

Ahora, voy a intentar no aclarar cada una de mis afirmaciones, ya que corro el riesgo de acabar diciendo nada, o quizás, de acabar diciendo más acerca de mí mismo que del “mundo”. Al mismo tiempo, vale decir que hablar acerca del “mundo” es en cierta forma, hablar de mí mismo, de una de las partes que de alguna manera me constituyen. Pero no voy a entrar en ese tipo de discusiones o desarrollar esas cuestiones ya que no me conciernen en este momento.

Sin más, voy a intentar ese “abrirse paso a través de la espesura” del que hablé al inicio de estos párrafos.  

No hay comentarios: